
En este tiempo he vivido el Turno desde sus días de asignación obligatoria —cuando uno comenzaba sin experiencia pero con vocación— hasta convertirse en lo que hoy sigue siendo para mí: un servicio público de primera línea. Un espacio donde la dignidad profesional y la necesidad humana se dan la mano.
🔵 “Hacemos lo mismo… pero cobramos menos”
Uno de los puntos clave del discurso fue desmontar una falsa creencia: que los abogados del Turno de Oficio prestamos una defensa de menor calidad. Nada más lejos de la realidad. Nuestros dictámenes, nuestras guardias, nuestras noches sin dormir y nuestros juicios urgentes son exactamente iguales —si no más exigentes— que los de cualquier despacho privado.
Lo único que cambia es la retribución: simbólica, tardía y muy por debajo del coste real del servicio. Y sin embargo, seguimos. Por convicción.
⚖️ Justicia sin abogados… no es justicia
El Turno de Oficio no es beneficencia. Es garantía constitucional. Es presencia jurídica allí donde la exclusión o la vulnerabilidad son norma. Como dije ante mis colegas, si nosotros no estamos, nadie más lo hará.
🛠️ ¿Y el futuro? Nos enfrenta a grandes retos
El discurso también fue una llamada de atención:
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Los MASC nos exigen redefinir nuestro papel como defensores.
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La inteligencia artificial revoluciona el oficio, pero no sustituye al criterio humano.
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La brecha digital amenaza con dejar atrás a compañeros en entornos rurales o pequeños colegios.
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La falta de vocaciones es ya un drama. Este año, en el Colegio de Abogados de Palencia, no se ha colegiado ni un solo nuevo abogado.
¿Quién defenderá mañana a quien no puede pagar si nadie quiere hacerlo hoy?
🟣 Una profesión, una vocación, una responsabilidad
Este discurso no fue un homenaje personal, sino un altavoz colectivo. Somos muchos los que creemos que la defensa no puede depender del bolsillo del cliente. Que el Turno de Oficio es más que un listado de guardias: es una defensa activa de la dignidad humana.
Por eso, como dije al cerrar, lo que hacemos “se queda”. Aunque no se vea. Aunque no se agradezca. Aunque casi nunca se pague.
💬 Si eres abogada o abogado del Turno, este discurso también es tuyo. Y si aún no lo has leído, te invito a hacerlo. Porque a veces, recordar por qué empezamos es la mejor forma de saber por qué seguimos.
